martes, 18 de octubre de 2016

¡Nuevo libro!

¡Ya está aquí! ¿El qué? La respuesta que siempre quise tener a la pregunta que siempre me hacen.
Porque cuando se te ocurre decir que escribes libros para niños, tu intercolutor siempre tiene un hijo, nieta, hija, sobrino, hija de un amigo... a quien, sí, claro, "podría darle a leer un libro tuyo", "porque no lee nada", añaden a veces, y te miran como si fueras Lourdes. Y tú haces memoria entre los tropocientos libros que tienes publicados y piensas: "Puede que este le guste. O no, mejor este otro. Pero quizás..." Y no te atreves, porque dar a leer un libro no es algo que se pueda hacer así como así.
Pero este, señoras y señores, estas Pistas apestosas, esta colección de Misterios a domicilio, podría recomendársela a ciegas a cualquier niño sabiendo que no solo no me odiará, sino que me pedirá más, porque este libro engancha como enganchan las patatas fritas, los diarios de Greg o el pumpkin spice latte, quizás porque nació del deseo urgente de hacer feliz a un niño abandonado, abandonado por mí, y fue repartido, capítulo a capítulo, alijo a alijo (pero eso ya lo conté).
Ahora este libro, con tronchantes ilustraciones de Roger Zanni, engrosa el lourdesiano catálogo de RBA junto con otros libros que crean adicción, que hacen reír y que hacen leer a toda una generación de chicos y chicas que, como decía Milena Busquets, empiezan a ser más interesantes que nosotros.
Me lo acaba de traer, en bici, mi cartero, y ha quedado precioso. Compruébenlo si quieren. Si ha llegado a Dublín, habrá llegado a su librería. 
Me siento la virgen de Lourdes, o un camello, no sé. Pero me siento feliz.

2 comentarios:

Mara Oliver dijo...

Eso de recuperar la visa Oro a través del blog también es un misterio a domicilio ;) jejeje, nunca sé qué me voy a encontrar cuando vengo a verte y me encanta, sobre todo hoy que hay libro nuevo ¡enhorabuenaaaa! (grito mientras empujo los libros en tu estante de mi estantería y preparo el hueco).
Pues eso, ENHORABUENAAAAAAA!!!! <3 <3 <3

La Oro dijo...

¡Gracias, Mara! Por venir, por el comentario, el hueco, las exclamaciones y los corazoncitos.
Conste que la visa solo era Oro porque era mía. ¡Pero sí! Fue increíble.
<3 <3 <3